En esta vivienda de dos alturas, el diseño de la fachada viene marcado por una singular puerta metálica, proyectada para una doble función, paso peatonal y rodado como aparcamiento.

En el interior de la vivienda destaca la escalera, la cual se ha proyectado como una caja de luz, por el día la claridad pasa a través del vidrio colocado cenitalmente en la planta de la buhardilla y por la noche mediante la iluminación artificial de LED que aparece sin ser vista desde la barandilla y el lucernario.

La planta baja es diáfana, la cocina abierta al salón comedor, no sirve sólo para cocinar, sino para compartir experiencias. Se diseñó buscando la funcionalidad y la integración de todo el espacio. Se resolvió ejecutando la zona de trabajo con encimera es de KRION® y una península de estratificado de alta presión imitación madera que permite trabajar y comer, sirviendo además de separación visual con la parte del salón.